Mis problemas de la A a la Z. Problema C: Caribe

El Caribe colombiano tiene muchos problemas, al igual que cualquier región del resto del país. Hay corrupción, violencia, pobreza y otras penas que lo aquejan. Eso me preocupa pero no es un problema personal.

Mi problema personal con el Caribe es generado por el resto del país y no por la gente de la región .

La Colombia que no tiene mar, está convencidísima de que, los colombianos no podemos ser tranquilos, incluso melancólicos y taciturnos. Se supone –según estos personajes, que son muchos- que los colombianos tenemos que ser una caricatura de los costeños, es decir, bullosos, mamagallistas y todo eso que tanto les atribuyen a los del norte del país.

Me jode el cuentico de que todo colombiano tiene ritmo para la cumbia, la salsa o cualquier otro ritmo caribeño. No. Yo soy de la región andina y no me importa tener ritmo de finlandés para la cumbia.

Me encanta pensar en la campesina santandereana, esa flor de romero por cuyo amor yo vivo loco y que si no me besa me muero. Puedo saborear en mis labios su gusto a mute.

O en la antioqueñita, antioqueñita, del jardín de Colombia la más bonita. Ojo, la letra dice “del jardín”, no “de la playa”.

Los del interior hemos convertido a San Andrés en un Chapinero con playa y a la plaza de San Pedro de Cartagena en la sucursal caribeña del parque de la 93, del cual despotricaré con vesania en otra entrega.

Por favor, costeños, defiendan lo suyo y pongan a todo el que no se coma las eses en su lugar. Y así como los del interior aspiran a ser juergueros, métanse en el rancho de nuestra melancolía para ver si mejoran la calidad del vallenato llorón que invade las emisoras.

Por mi parte, no me avergüenzo de ser quien soy, un rolo mestizo sin color en la barriga ni ritmo en las patas. Mi corazón es frío como el páramo. Pero, que yo sepa, esos no son defectos.

Finalistas: Consulados, Cuentachistes, Callos a la madrileña, Calientahuevos.