El título de esta cosa puede parecer moralizante. Podría ir al lado de cualquiera de los siete pecados capitales o de defectos tan chimbos como señalar a la gente con el dedo. La ostentación es horrible, pero algunas de sus manifestaciones me pudren más que otras.
De ellas, mi favorita (?) es cuando al final de un correo electrónico dice:
Sent from my Blackberry
Sent from my iPhone
Analicemos la situación. Una persona envía un correo electrónico, algo que en pleno siglo XXI tiene el mismo grado de proeza que pedir un taxi por teléfono. Luego, anuncia la marca del dispositivo desde el que lo envía.
Si la situación del iPhone o (¿el, la?) Blackberry se repitiera en otros aspectos de la vida, como llamar a un taxi, la cosa sería así:
-Taxis Libres buenas noches.
-Señorita, la llamo desde mi teléfono Panasonic para pedir un taxi.
Uno hace su solicitud y llega el taxista, que a través del citófono dice:
-Buenas noches, un servicio de Taxi Chevrolet para el 302.
-Bueno, señor, ya bajo. Me pongo mis zapatos Bosi, cojo mis llaves Yale y ya bajo.
Ahora, para que no digan que sólo me dedico a despotricar, un enlace sobre cómo borrar esos mensajitos.
Para Blackberry, pulse aquí.
Para iPhone, pulse aquí. (Este no lo encontré en español pero bueno, no importa. Todos lo que usan Mac entienden inglés).
De nada.
