30/03/2006

Las hormiguitas

¡Santander, tierra de maravillas! Este departamento no deja de sorprenderme. De allí se podrían sacar anécdotas en abundancia para otro blog. Pero por ahora me conformo con publicar este poema dedicado a la hormiga culona de Félix Villabona Ordóñez , cortesía de María Cristina Lamus, a quien también agradezco por su aporte con la rima del mico pajero que se ve más abajo en este blog. Cabe anotar que María Cristina se sabe todo esto, y más, de memoria. Gracias a Dios ella no malgastó su infancia jugando Xbox, cuyo juego más avanzado algún día será una reliquia comparable a los gráficos pixelados de Atari, mientras que esto seguirá vigente en la cabeza de todo niño deslenguado con buena memoria.

Era un día de venta de culonas
aquí en Bucaramanga
y ese día... una famosa y célebre matrona
llegó a donde ese bicho se vendía.

¿A cómo las hormigas, caballero?,
preguntóle con voz dominadora,
y presuroso contestó el ventero:
A ochenta mil la libra, mi señora.

¿A ochenta mil la libra? ¡Qué descaro!
¿A ochenta mil la libra? ¡Intolerable!
¡qué animalito para estar más caro!,
no me parece un precio razonable.

Mas... la dama pensando en la rebaja
le propuso al ventero con presteza:
¡Oiga señor!, ¿a cómo me las deja
quitándoles a los bichos la cabeza?

El ventero se irritó profundamente
al oir tan exótica propuesta
y a la dama arrogante y exigente
le dio esta filosófica respuesta:

La hormiguita de aquí de Santander,
perdone que le diga con franqueza,
se cotiza, al igual que la mujer,
por lo demás... y no por la cabeza.

29/03/2006

Irse

Sabía que algún día nos íbamos a empezar a separar. Toda la gente que uno tiene cerca empieza a irse y el mundo empieza a verse un poco diferente de como lo conocía. Tengo, por ahora, que ver esta ciudad sin Juan Pablo y Laurita, sin mi abuela, sin Jairo, sin Adriana, sin mi mamá, sin Juan Diego, sin Sebastián, sin ... bueno.
No es malo, simplemente es diferente. Qué bueno sería volver a vernos muy pronto, así sea para saludarnos y volver a partir.
Igual, pase lo que pase en vida, espero que Enrique Santos Discépolo tenga razón al decir que "allá en el horno se vamo'a encontrar". Ya veremos.

10/03/2006

El pan con el sudor de mi culo

Cuando Dios dijo "ganarás el pan con el sudor de tu frente" quiso decir exactamente eso. Para algunos, la sentencia bíblica ha sufrido una mutación en los últimos cinco mil y pico años de historia judeo-cristiana. La frase puede ser ahora "ganarás el pan con el sudor de tu culo" en la que cabe destacar que la cantidad de tiempo que uno pase calentando silla tiene que ser siempre igual o mayor que el tiempo invertido en sacar adelante cualquier proyecto.

En este preciso instante acabo de terminar un trabajo. Pero todavía no me puedo ir. Así que mi culo esta intentando sudar sobre la silla que de ergonómica sólo tiene la etiqueta mientras espera que sea el momento de partir. Para esos momentos, lo mejor es entrar a Office Pirates. Adelante bestias de cubículo, afilen sus zarpas contra la miniparedes modulares que los encierran y cuyo recubrimiento hace juego perfecto con el color de la fórmica mate de sus escritorios.

Este sitio le gana de lejos a Kill Our Boss. Cómo será de bueno, que esta semana le dedicaron un gran artículo en el New York Times.